El desahucio es el procedimiento mediante el cual una persona recupera la posesión de un bien, en este caso que nos ocupa, de una vivienda. Se encuentra regulado tanto en el Código Civil como en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
En este artículo vamos a ocuparnos del desahucio por impago de las rentas y el procedimiento a seguir.
¿En qué casos se produce el desahucio de vivienda?
El procedimiento de desahucio puede darse por diferentes causas. Entre las más habituales se encuentran: impago de la renta, expiración del plazo de arrendamiento, previsto en el contrato y en la ley de arrendamientos urbanos; incumplimiento de lo estipulado en el contrato de arrendamiento, ocupación ilegal…
Procedimiento de desahucio de vivienda
En primer lugar, y una vez nos encontremos con el primer impago de una mensualidad, lo más conveniente es comunicar dicha situación al arrendatario para darle la posibilidad de ponerse al día con las mensualidades pendientes.
Esta comunicación podemos hacerla de manera verbal, ya que, en un primer momento, queremos llegar a una solución amistosa, y es que es posible que dicho impago se deba a una circunstancia puntual ajena a la voluntad del inquilino.
Si con dicho requerimiento amistoso no hemos logrado que el inquilino se ponga al día con las cuotas, podremos actuar de dos maneras: enviándole un nuevo requerimiento, pero esta vez por escrito y con acuso de recibo y de contenido, comúnmente conocido como burofax); o bien acudir directamente a la vía judicial.
Desde Imont Legal & Taxes recomendamos siempre enviar el requerimiento extrajudicial, es decir, un burofax; en el que se le reclamarán las mensualidades debidas para su abono en un plazo determinado (por lo general entre 15 y 20 días). En este requerimiento indicaremos, igualmente, y es algo que tiene mucha importancia, que, en caso de impago en el plazo indicado, el arrendatario habrá perdido toda facultad de enervar la acción de desahucio en vía judicial.
¿Qué significa enervar la acción de desahucio en vía judicial?
Enervar la acción de desahucio implica que, una vez presentada la demanda de desahucio en el Juzgado, el inquilino tiene la facultad de paralizar el mismo si paga todas las rentas y demás cantidades debidas en el plazo 10 días tras la admisión de la demanda de desahucio.
Ello supondrá que el propietario habrá tenido una serie de gastos judiciales para interponer la acción de desahucio, y que el inquilino podrá paralizarlo y seguir arrendando la vivienda, pagando la totalidad de las cantidades adeudadas.
Como hemos dicho anteriormente, la forma para poder “suprimir” esta facultad del arrendatario de enervar la acción de desahucio, es presentando el burofax en primer lugar; ya que si una vez presentado el mismo, el inquilino no pagase en el plazo concedido y tuviésemos que presentar la demanda judicial en el Juzgado, el inquilino ya no tendrá esa opción de evitar el desahucio pagando las cantidades debidas; básicamente porque ya se le concedió esa opción con el Burofax.
Así pues, presentando un burofax podríamos conseguir de manera económica y rápida el pago de las cantidades debidas por el inquilino; y en caso de que éste no fuese atendido, podremos presentar la demanda de desahucio y reclamación de cantidades; por lo que con la misma demanda podremos conseguir el desahucio de la vivienda, así como el pago de todas las cantidades debidas por el inquilino al momento de interposición de la demanda, como todas aquellas que se fuesen devengando durante el transcurso del procedimiento judicial.
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